Se considera fiebre a partir de una elevación anormal de la temperatura corporal. La temperatura normal del cuerpo humano suele estar alrededor de 37 °C, con variaciones en el día y según el lugar donde se mida. En general, se considera fiebre cuando la temperatura axilar supera los 37.2-37.5 °C. Para la temperatura oral el límite es a partir de 37.5-37.8 °C, en la temperatura tympánica o del oído supera los 38 °C, y para la temperatura rectal la fiebre comienza alrededor de 38.3-38.8 °C. Además, se habla de febrícula cuando la temperatura está entre 37.1 y 37.9 °C, que es un estado de temperatura corporal elevada pero sin llegar a fiebre. La fiebre se acompaña de síntomas como malestar, dolor muscular, escalofríos y aumento de la frecuencia cardíaca. En resumen, fiebre es cuando la temperatura corporal está por encima de los valores normales según el sitio de medición, siendo desde 37.2-37.5 °C en axila, 37.5-37.8 °C en boca, hasta 38 °C o más en oído o recto.