La presión arterial baja, o hipotensión, se define típicamente como una lectura de presión arterial por debajo de 90/60 mmHg en adultos, aunque lo normal puede variar entre personas y a veces no causa problemas. En general, se considera hipotensión cuando la presión sistólica es < 90 mmHg y/o la diastólica < 60 mmHg, y puede provocar mareos, desmayos, visión borrosa, debilidad o confusión si el flujo sanguíneo a órganos vitales se ve reducido.
