La técnica del reloj es un método mnemotécnico que consiste en situar un dibujo de un reloj sobre un mapa (por ejemplo, un mapa de España) tomando un punto central como referencia (como Madrid). Cada número del reloj coincide aproximadamente con la posición geográfica de una ciudad conocida. Así, para recordar una hora o un dato, se asocia esa hora a una ciudad y a una imagen característica de la ciudad. Por ejemplo, si la hora de la cita es a las 6, se imaginaría a alguien vestido como Boabdil paseando por la Alhambra en Granada, que geográficamente está a la posición de las 6 en el reloj. De esta forma, se puede recordar la hora y otros datos mediante asociaciones visuales vinculadas a posiciones en el reloj y lugares geográficos. Además, la técnica se puede ampliar para usar minutos con códigos fonéticos o para reducir el reloj al tamaño de una ciudad usando barrios o puntos conocidos, convirtiéndolo así también en una ruta de memoria (método loci). Esta técnica permite que la memorización sea una experiencia creativa y visual, facilitando recordar horas, números, e incluso más datos con imaginación.
Existen otras interpretaciones de la técnica del reloj, como en fotografía o en sexualidad, donde la idea del reloj se usa para guiar poses o movimientos, pero el concepto original y más común es el de memorización mediante la asociación del reloj con lugares geográficos y imágenes llamativas.
En resumen, la técnica del reloj es una herramienta mnemotécnica que usa la disposición de las horas en un reloj superpuesta sobre un mapa o espacio conocido, usando ciudades o puntos para representar las horas y facilitar la memoria mediante imágenes sugestivas y asociaciones creativas.