Francisco I. Madero fue el principal impulsor y líder del inicio de la Revolución Mexicana, encabezando el levantamiento armado contra el régimen de Porfirio Díaz el 20 de noviembre de 1910 y promoviendo el lema "Sufragio efectivo, no reelección". Su participación transformó el escenario político nacional al derrocar la dictadura de Díaz, asumir la presidencia de México en 1911 y propiciar el primer gobierno electo democráticamente del país.
Líder de la Oposición y el Plan de San Luis
- Madero fundó el Partido Nacional Antirreeleccionista en 1909 y denunció la reelección de Díaz.
- Tras ser encarcelado y escapar, redactó el Plan de San Luis en 1910 desde Texas, que convocó a la insurrección el 20 de noviembre y lo proclamó Jefe de la Revolución, declarando nulas las elecciones de Díaz.
- Su llamado desencadenó el levantamiento armado en varias regiones del país.
Derrocamiento de Porfirio Díaz y Presidencia
- Tras la toma de Ciudad Juárez en mayo de 1911, Madero firmó los Tratados de Ciudad Juárez, provocando la renuncia de Díaz y la caída del porfiriato.
- Fue electo presidente constitucional en las primeras elecciones democráticas tras la Revolución, gobernando desde 1911 hasta 1913.
- Durante su gobierno, enfrentó rebeliones y presiones de distintos sectores revolucionarios e intereses conservadores, entre ellos la insurrección de Pascual Orozco y la traición de Victoriano Huerta.
Muerte y Legado
- Madero fue derrocado por Huerta tras la Decena Trágica en febrero de 1913 y posteriormente asesinado, lo que marcó una segunda etapa más radical de la Revolución Mexicana.
- Es recordado como el “Apóstol de la democracia” y figura paradigmática en la transición mexicana hacia la democracia y la justicia social.
En síntesis, la participación de Madero fue decisiva al encender la chispa revolucionaria, liderar el movimiento social contra la dictadura y abrir las puertas a la vida democrática y constitucional moderna en México.
