Los planetas están hechos de diferentes materiales dependiendo de si son planetas terrestres o gigantes gaseosos. Los planetas terrestres (Mercurio, Venus, Tierra y Marte) están compuestos principalmente por rocas y metales, con gran presencia de oxígeno, silicio, aluminio, hierro, y otros elementos. Por ejemplo, la Tierra tiene una corteza que contiene aproximadamente 46.6% oxígeno, 27.7% silicio, 8.1% aluminio y 5% hierro, además de una atmósfera rica en nitrógeno y oxígeno. Mercurio, por otro lado, tiene un alto contenido de hierro, hasta un 65-70%. Los planetas gigantes (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) están compuestos principalmente por hidrógeno y helio. Estos gases están en estado líquido altamente comprimido en su interior, con núcleos de materiales rocosos y metálicos bajo la presión extrema. Urano y Neptuno tienen además núcleos rocosos y están rodeados de una mezcla de agua, metano y amoníaco helados. En resumen, los planetas están hechos de polvo de estrellas que incluye rocas, metales, gases como hidrógeno y helio, y otros compuestos químicos, cuya concentración varía según el tipo de planeta: terrestre o gigante gaseoso.