Las evidencias arqueológicas del complejo Capacha se encuentran principalmente en el estado mexicano de Colima, específicamente en un sitio arqueológico ubicado a unos 6 kilómetros al noreste del municipio de Colima, en el valle de Colima. Este sitio es el corazón de la antigua cultura Capacha, que se desarrolló aproximadamente entre los años 2000 a.C. y 1200 a.C. Las evidencias incluyen vasijas y figurillas de cerámica, así como utensilios de piedra, encontradas en este y otros lugares de la región, como San Blas, Ixtapa y Tomatlán en Jalisco. La cultura Capacha presenta rasgos únicos en su cerámica y evidencia contactos tempranos con culturas de Sudamérica, lo que sugiere una relación cultural con la región andina. El sitio arqueológico Capacha fue descubierto en 1939 por la arqueóloga estadounidense Isabel Trusdell-Kelly y es conocido por sus tumbas de tiro y su cerámica especializada en funciones funerarias. Además, hay indicios de intercambios culturales con otras zonas de Mesoamérica, como El Opeño en Michoacán. Las piezas arqueológicas se distribuyen también a lo largo de la costa del Pacífico en estados como Sinaloa y Guerrero, pero el núcleo principal de evidencias está en Colima.