El ciprofloxacino es un antibiótico de la familia de las fluoroquinolonas que se utiliza para tratar diversas infecciones bacterianas. Sirve para tratar infecciones de las vías respiratorias, infecciones del oído o sinusal, infecciones del tracto urinario, infecciones del tracto genital masculino y femenino, infecciones gastrointestinales e intraabdominales, infecciones de piel y tejidos blandos, infecciones de los huesos y articulaciones, así como para prevenir infecciones causadas por ciertas bacterias específicas. También se usa en casos de exposición a ántrax o carbunco y en ciertos casos de infecciones graves en personas con sistema inmune comprometido. Además, el ciprofloxacino se emplea para infecciones oftalmológicas (como conjuntivitis), infecciones respiratorias, gonorrea, diarreas bacterianas, osteomielitis, y mordeduras de animales, entre otras. No es efectivo contra virus, por lo que no se utiliza para infecciones virales como resfriados o influenza. Su uso debe ser siempre bajo prescripción médica debido a posibles efectos secundarios y resistencia bacteriana.