El zinc es un mineral esencial que sirve para que el sistema inmunológico funcione bien, favorece la cicatrización de heridas y participa en el crecimiento, la reparación de tejidos y el metabolismo energético. También es importante para la salud de la piel, la fertilidad y la función hormonal, especialmente la producción de testosterona en hombres.
Funciones principales
- Sistema inmunológico: ayuda a que las defensas del cuerpo respondan mejor frente a virus y bacterias, y se usa con frecuencia como apoyo en resfriados e infecciones respiratorias.
- Cicatrización y reparación de tejidos: interviene en la regeneración celular y en la producción de colágeno, por eso acelera la curación de heridas y mejora algunas afecciones cutáneas como acné o dermatitis.
- Metabolismo y energía: participa en la actividad de muchas enzimas, en la síntesis de proteínas y ADN, y en la producción de ATP, lo que influye en los niveles de energía y en el correcto aprovechamiento de nutrientes.
Desarrollo, hormonas y piel
- Crecimiento y desarrollo: es clave en la infancia y adolescencia para la formación de huesos, tejidos y para el desarrollo neurológico y cognitivo.
- Salud reproductiva: contribuye a la fertilidad y reproducción normales; en hombres favorece la producción de testosterona y la calidad del esperma, y en mujeres apoya el equilibrio hormonal y el embarazo.
- Piel, cabello y uñas: su acción antioxidante y antiinflamatoria ayuda a mantener la piel sana, protege frente al daño oxidativo y apoya la salud del cabello y las uñas.
Otros posibles beneficios
- Cerebro y estado de ánimo: niveles adecuados se relacionan con memoria y función cognitiva normales, y con menor riesgo de alteraciones del ánimo.
- Visión: participa en la salud ocular y se asocia a la protección frente a algunos problemas de visión ligados a la edad.
Si piensas tomar suplementos de zinc, es importante respetar la dosis diaria recomendada y consultar a un profesional de salud, porque el exceso también puede causar problemas.
