Lady Di, cuyo nombre completo era Diana Frances Spencer, murió el 31 de agosto de 1997. Falleció a los 36 años a causa de las heridas sufridas en un accidente automovilístico ocurrido en París, Francia, específicamente en el túnel del Pont de l'Alma. En el accidente también perdió la vida su pareja, Dodi Al-Fayed, así como el conductor del vehículo. Diana era conocida como "la princesa del pueblo" por su carisma y cercanía con la gente, y su muerte fue un evento que conmocionó al mundo entero, dejando un legado imborrable y un profundo impacto en la monarquía británica y la sociedad global.