La contaminación del ambiente tiene múltiples efectos negativos en la salud humana. Principalmente, afecta el sistema respiratorio provocando enfermedades como asma, bronquitis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón y otros problemas respiratorios. Además, es causa de enfermedades cardiovasculares incluyendo infartos de miocardio, insuficiencia cardiaca y alteraciones en el ritmo cardíaco. También puede dañar órganos como el hígado, el bazo y el sistema nervioso, y afectar negativamente al sistema inmune. La exposición prolongada a la contaminación incrementa el riesgo de cáncer y enfermedades cerebrales, y puede causar daños en el aparato reproductor. Entre los síntomas iniciales están la fatiga, irritación de ojos y mucosas, tos constante y dificultad para respirar. La contaminación afecta especialmente a grupos vulnerables como niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas. También contribuye a la mortalidad prematura, con millones de muertes anuales atribuidas a esta causa. La contaminación del aire está relacionada además con el aumento de las temperaturas y la proliferación de microbios, que pueden agravar la salud pública.
