Un texto discontinuo es un tipo de texto cuya información no está organizada de forma lineal en oraciones que se leen en una secuencia continua. En lugar de ello, presenta datos o ideas repartidos en elementos gráficos o estructura fragmentada, como cuadros, tablas, gráficos, diagramas, imágenes, mapas, listas o infografías. Estas piezas pueden contener bloques de información independientes que, juntos, comunican un mensaje completo sin requerir una lectura fluida de oraciones conectadas. Si se quiere detallar más, aquí tienes los puntos clave:
- Estructura no lineal: no sigue una progresión de párrafos que se lea de principio a fin; cada segmento aporta información específica y suele estar separado del resto.
- Elementos visuales: suele acompañarse de recursos gráficos (tablas, gráficos, mapas, líneas de tiempo, diagrams, infografías) que facilitan la comprensión rápida.
- Lectura estratégica: para comprenderlo, el lector suele navegar por los elementos gráficos y buscar datos concretos, en lugar de leer de forma sucesiva.
- Usos comunes: se emplea mucho en infografías, manuales técnicos, fichas técnicas, folletos publicitarios y cualquier soporte que necesite presentar información clara y rápida sin texto continuo.
- Ventajas: permite acceder a información específica de forma inmediata; facilita la retención visual y la comparación entre elementos.
Si buscas ejemplos: una infografía con secciones etiquetadas, una ficha técnica con columnas de especificaciones, una línea de tiempo con fechas y hitos, o una tabla de comparación entre productos son ejemplos típicos de textos discontinuos.
