El papel crepé es un tipo de papel ligero, poroso y con una textura arrugada o rugosa. Se caracteriza por su flexibilidad, capacidad para estirarse y contraerse, y su variedad de colores. Su papel principal es ser un material muy utilizado en manualidades y decoración debido a que puede moldearse fácilmente para crear flores, guirnaldas, pompones, disfraces, y otros elementos decorativos para eventos, fiestas y proyectos escolares. Además, se emplea en envoltura de regalos, escenografía teatral, proyectos artísticos, y como recurso en actividades para niños. Más allá de lo creativo, el papel crepé tiene usos prácticos como en la industria alimentaria para envolver y proteger alimentos, en la encuadernación de libros para reforzar cubiertas, en la fabricación de tablas de surf, e incluso en el aislamiento eléctrico por su resistencia. Es un material económico, disponible en múltiples colores, fácil de manejar y reciclar, lo que lo hace muy popular para usos tanto domésticos como industriales.

En resumen, el papel crepé tiene un papel fundamental en la creatividad manual y decoración, así como aplicaciones prácticas industriales y de embalaje, gracias a su textura, elasticidad y ligereza.