La función principal del sistema digestivo es obtener y descomponer los alimentos que ingerimos para extraer los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Esto implica transformar los alimentos en moléculas simples que puedan ser absorbidas por la sangre y utilizadas por las células para obtener energía, construir tejidos y mantener las funciones vitales. Además, el sistema digestivo se encarga de eliminar los restos que no son aprovechables por el organismo.
