Ser antisemita es mostrar discriminación, hostilidad, prejuicio u odio hacia los judíos por razones religiosas, raciales, culturales o étnicas. El antisemitismo puede manifestarse en actitudes individuales, discursos de odio, violencia o en políticas que discriminan a los judíos como grupo. Esta hostilidad no solo se limita a cuestiones religiosas, sino que también implica una visión racista y prejuiciosa hacia los judíos como pueblo o cultura. El término surge en el siglo XIX para designar el odio hacia los judíos considerado como una "raza" y no solo como un grupo religioso. Además, puede expresarse a través de acusaciones de conspiraciones o negaciones del derecho de los judíos, como colectivo, a la autodeterminación. También está reconocido como delito en muchos países cuando implica violencia o discriminación sistemática hacia personas judías o sus instituciones.
