Los conejos viven principalmente en madrigueras que ellos mismos construyen en suelos arenosos y blandos, lo que facilita la excavación. Prefieren habitar en áreas secas y a bajas altitudes, cerca del nivel del mar, y suelen encontrarse en praderas secas, campos abiertos cubiertos de matorrales, linderos de bosques, y hasta en parques y jardines urbanos. Evitan los bosques densos debido a la mayor presencia de depredadores. Sus áreas naturales de distribución incluyen toda Europa, el norte de África y diversas regiones donde han sido introducidos, como Estados Unidos, Chile, Sudáfrica y Australia. Además, pueden vivir en zonas con diferentes climas, desde templados hasta subtropicales, y hasta altitudes de 1,500 metros en montaña. Existen especies endémicas en lugares específicos como México, donde habitan regiones delimitadas como islas y montañas con climas particulares.
